La obstrucción de los conductos salivales afecta al 1,2% de la población y puede producir graves molestias
En la mayoría de los casos está causada por cálculos formados por la precipitación de minerales de la saliva
La Dra. Ana Eiroa Breijo se ha diplomado en la Sorbona en Paris, con Phillipe Katz, el descubridor de esta técnica
Lunes, 13 de noviembre de 2017.- Povisa ha comenzado a utilizar la técnica de la sialoendoscopia, un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo y único en Galicia, para abordar la sialoadenitis obstructiva u obstrucción de las glándulas salivales, una patología que afecta al 1,2% de la población y que es más frecuente en hombres de entre 30 y 60 años.
En la mayoría de los casos, la sialoadenitis es producida por pequeños cálculos o piedras, resultado de la precipitación de los minerales presentes en la saliva, que impiden su salida. Puede llegar a producir inflamación, infecciones recurrentes y fuertes dolores. Además de los cálculos, puede producirse por estenosis o estrechamiento de los conductos excretores de saliva hacia la cavidad oral.
La sialoendoscopia necesita una tecnología específica, que Povisa ha adquirido, así como de una formación compleja y especializada que se lleva a cabo en pocos hospitales españoles. En Povisa, la aplicación de esta técnica es dirigida por Ana Eiroa Breijo, jefe de sección del Servicio de Otorrinolaringología y diplomada en la Universidad de la Sorbona en Paris con el Dr. Phillipe Katz, quien describió esta técnica en 1990. El departamento de Katz en la Sorbona es en la actualidad el centro de referencia en dicha patología a nivel internacional.
La silaendoscopia permite realizar la intervención diagnóstica y terapéutica de forma ambulatoria y con anestesia local, evitando complicaciones y molestias derivadas de una cirugía abierta convencional. Consiste en dilatar el orificio excretor de la glándula afectada para posteriormente introducir, a través del conducto salival, de menos de 2 milímetros, un endoscopio especialmente diseñado para abordar esta patología. Una vez localizado el cálculo, se extrae o se destruye con láser. Esta técnica produce muchas menos molestias al paciente, que se recupera además de forma más rápida, y en principio la única limitación que tiene es el tamaño del cálculo, que ha de ser menor de 8 mm.
Pies de foto: La Dra. Ana Eiroa Breijo, realizando una sialoendoscopia en Povisa.
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